Los entierros tradicionales de mascotas requieren espacio en la tierra, lo que puede llevar a la deforestación y la alteración de los ecosistemas naturales. La cremación de mascotas elimina esta preocupación, ya que no requiere la utilización de terrenos adicionales. Además, las cenizas cremadas pueden ser esparcidas en lugares significativos para la familia, como parques naturales o jardines, preservando así la belleza y la integridad de estos entornos naturales.